La Reserva Marina del Cabo de San Antonio se encuentra en la costa norte de Alicante, entre las poblaciones de Dénia y Xàbia. Sus acantilados, que llegan a superar los 150 metros de altura confieren una gran belleza y espectacularidad al paisaje. Posee una variada topografía submarina donde existe una excelente representación de un gran número de especies ligadas a estas costas rocosas, que dotan a la Reserva del Cabo de San Antonio de un elevado interés ecológico, científico, paisajístico y recreativo.
En ella podemos encontrar casi la totalidad de los fondos marinos que están representados en el mar Mediterráneo. Esta gran diversidad, enriquece enormemente la biodiversidad en estas aguas: más de mil especies de vida submarina son, a día de hoy, las catalogadas en la zona.
En los acantilados, cada vez son más las especies que aprovechan este hábitat natural para nidificar o establecerse, el cormorán moñudo, el halcón peregrino, el paíño o el águila pescadora, son solo algunas de las que se pueden contemplar durante todo el año.
Los fondos marinos de Dénia
Los fondos marinos de Dénia son excepcionales. La diversidad de hábitats y especies es única en el Mediterráneo en un entorno de aguas limpias y cristalinas. Corales, praderas de posidonia, cigalas, meros, gorgonias, etc pueden ser observados en esta zona que cuenta una representación de la mayoría de los fondos marinos que se pueden encontrar en todo el Mediterráneo. A continuación destacamos tres de ellos.
Praderas de posidonia: Tradicionalmente se les ha denominado “algares”, pero se trata de plantas con flores y frutos como las terrestres. Las praderas de posidonia se encuentran solo en el Mediterráneo, clasificadas como hábitat prioritario y especialmente protegidas. En la costa norte de Dénia tenemos un buen ejemplo de estas praderas: el LIC de la Almadrava. Importantes por su producción de oxígeno, ofrecen refugio y son zona de reproducción de gran número de especies. Consolidan los fondos de las costas, frenan el transporte de sedimentos así como el oleaje. Su acumulación en las playas las protege de la erosión, especialmente durante los temporales.
Bosques de gorgonias: A mayor profundidad se produce una disminución de la luz que llega al fondo impidiendo el desarrollo de algas y plantas marinas. En estos lugares podemos encontrar diferentes comunidades de animales invertebrados (briozoos, esponjas, anémonas, etc.). En las zonas más superficiales de esta zona y con mayor exposición lumínica, se pueden observar invertebrados coloniales de mayor tamaño que forman pequeños bosques, como la gorgonia Leptogorgia sarmentosa.
Cuevas marinas: El origen calizo de la costa dianense permite la formación de un hábitat singular de paredes y cuevas donde llega muy poca luz. En este ambiente, la roca se recubre de animales invertebrados que se alimentan de los organismos y materia orgánica que traen las corrientes. Los colores de los animales de las cuevas (anémonas, esponjas, ascidias, briozoos, corales, etc.) son muy variados y llamativos, entre los que también podemos observar alguna alga roja o calcárea.
Aves marinas
La situación geográfica de Dénia, es estratégica para el paso migratorio de aves. Pardelas, alcatraces, águilas calzadas y pescadoras, entre otras muchas, son fáciles de observar frente a esta costa. Además, gracias a la buena conservación de losfondos marinos del litoral de Dénia y los acantilados del Cabo de San Antonio, las aves marinas encuentran en nuestra costa un lugar ideal donde alimentarse y, incluso, reproducirse.
Fuente: Departamento Medio Ambiente Ayuntamiento de Dénia